La policía arresta personas inocentes todos los días.
En septiembre de mi cuarto grado, un policía me arrestó después de la escuela porque parecía un estudiante universitario sospechoso de cometer una agresión en un parque cercano. Después de una hora en el carro de policía sin aire acondicionado funcionando, uno de los testigos miró a través del parabrisas y dijo: "Dije estudiante universitario, idiota". El policía se tomó su tiempo para dejarme ir porque se negó a creer que no tenía una tarjeta de identificación emitida por el gobierno.
Los arrestos injustos y las condenas injustas existen debido al entrenamiento deficiente, las investigaciones racialmente sesgadas y la presunción de infalibilidad. La policía y los fiscales rara vez son responsabilizados por sus errores y actos maliciosos. Lo que me pasó esa calurosa tarde de septiembre le podría pasar a cualquiera. El sistema no nos protegerá automáticamente. Exige justicia para obtener justicia.
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